Cuando los créditos se gestionan de manera responsable se convierten en un trampolín para cumplir metas. Si bien, el ahorro es otro mecanismo para alcanzar nuestros objetivos, algunos requieren más dinero y tiempo para alcanzarlos.

Los créditos están diseñados para solventar la adquisición de bienes y servicios de alto valor o que representan un objetivo a largo plazo, como lo son la compra de una casa, un carro, inversiones comerciales o ciertos requerimientos personales.

Para entender cómo funcionan los créditos es importante realizar un análisis realista del tipo de necesidad a solventar, explican desde el BAC Credomatic. Esto le permitirá entender mejor la oferta de créditos disponible en el mercado y cuál se ajusta a sus necesidades.

Desde la entidad financiera indicaron que existen los siguientes tipos de créditos:

  • Hipotecarios: Se pueden utilizar para la compra de lote, compra de vivienda, compra de lote y construcción o remodelación. Manejan un mayor plazo que, por ejemplo, los personales, porque la garantía hipotecaria disminuye el nivel de riesgo al que se enfrenta la entidad financiera; además, se contempla que el valor del bien inmueble se mantenga o aumente a lo largo del tiempo.
  • Prendarios: Tienen como garantía un bien mueble, como lo son los vehículos, por lo cual son muy utilizados en préstamos para compra de carros.
  • Personales: Se pueden utilizar para distintos fines, como los estudios o emergencias, en caso de no contar con un ahorro para estos fines. Tome en cuenta que cuando las entidades financieras otorgan este tipo de préstamos no existe una garantía real sobre los mismos, más allá del compromiso del deudor y el aval de los fiadores. Esto aumenta el riesgo del crédito, lo cual es compensando con una tasa de interés más alta.
  • Leasing: Es la figura financiera en la que una sociedad adquiere determinado bien que le es entregado al cliente a título de alquiler por un plazo definido. La adquisición de vehículos mediante leasing es un mecanismo muy utilizado en el mercado.

La Vicepresidenta de Relaciones Corporativas del BAC, Laura Moreno, indicó que es importante que tome en cuenta que cuando se solicita un crédito, el solicitante se someterá a un estudio financiero que determinará si califica.

Las entidades financieras analizan aspectos como capacidad de pago del solicitante, para determinar si cumple con la solvencia económica requerida para honrar la deuda. Para esto se analizan sus ingresos y nivel de endeudamiento”, añadió Moreno.

Por eso, antes de ir a solicitar financiamiento, aconsejan:

  1. Analice muy bien sus metas y capacidad de pago.
  2. Haga un plan financiero a largo plazo.
  3. Infórmese bien sobre los tipos de créditos, tasas de interés, plazos, beneficios y demás detalles que conforman la oferta crediticia.
  4. Proteja su historial crediticio. Este es el resumen de la situación financiera de una persona, que incluye sus antecedentes crediticios, historial de pagos y deudas pendientes, entre otros detalles. Tome nota que el tener ahorros es una excelente forma de demostrar un manejo ordenado del dinero; además, al tener un préstamo, procure pagarlo siempre puntualmente, para no afectar su récord.
  5. Contemple que, al solicitar un crédito, existen otros gastos asociados, además de los intereses y seguros. Algunos se pagan mes a mes, con la cuota, y otros una única vez, generalmente al formalizar el préstamo; ejemplo de esto son los honorarios de abogados o peritos que realizan los procesos legales vinculados al crédito.

Desde el BAC recordaron que si una persona desea saber más consejos sobre créditos y educación financiera, tienen a disposición el sitio aprendiendo.baccredomatic.com.