Los suscritos consideran que la exploración de gas natural no tiene ningún sentido en el país.
Los expresidentes Luis Guillermo Solís Rivera, Carlos Alvarado Quesada y la expresidenta, Laura Chinchilla Miranda, más 1500 firmas entre personas, empresas y organizaciones se unieron al movimiento #CRLIBREDEPERFORACIÓN que rechaza la exploración y explotación del gas natural en Costa Rica.
A través de un manifiesto expresaron la necesidad de no retroceder sobre la base de utopías en torno al gas natural o gas fósil. Los suscritos consideran que la idea de retomar actividades de exploración y explotación de hidrocarburos no tiene ningún sentido para el país.
El posicionamiento se da luego de que el Poder Ejecutivo, a través del presidente Rodrigo Chaves Robles, haya mostrado su apertura a valorar la exploración de gas natural en Costa Rica. El mandatario justificó que, según investigaciones realizadas en los años 70 y 80, en Costa Rica hay supuestas reservas de gas natural con potencial que rondarían los $400.000 millones actualmente.
Entre las personas que respaldaron el documento se encuentra el ex viceministro de Ambiente y ex director ejecutivo del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, Rafael Gutiérrez Rojas, quien formó parte del Gobierno Chaves Robles desde mayo de 2022 hasta junio de 2023, cuando se acogió a su pensión.
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Entre las razones para oponerse, señalaron que "no existe exploración, perforación, ni extracción de hidrocarburos sostenible", como han intentado dar a entender las personas a favor de la práctica.
Aunque se utilice tecnología de punta y se tomen todas las precauciones posibles, todas las actividades petroleras del mundo tienen accidentes, fugas de gas y derrames grandes o pequeños".
El presidente Chaves ha utilizado a Noruega como ejemplo de un país que extrae el recurso sin dañar el medioambiente, dando a entender que, gracias a esa actividad, esa nación nórdica podría "pasar años sin cobrar un solo impuesto y seguir dando los servicios, pagando pensiones e invirtiendo en infraestructura".
Al respecto, #CRLIBREDEPERFORACIÓN indicó que en ese país nórdico entre el 2004 y el 2020 se dieron más de 3500 accidentes por esta actividad, de los cuales 492 se consideran accidentes con grandes impactos en la biodiversidad y la salud.
Otro de los puntos que destacaron es que, aparentemente, los yacimientos de gas natural que podrían haber en el país están ligados a yacimientos de petróleo.
Esto significa que es poco probable que se pueda sacar uno sin el otro. Así que al explorarlos también se corre el riesgo de derrames que podrían llenar de petróleo nuestras costas, mantos acuíferos y biodiversidad".
Recordaron que, además de los riesgos y la afectación ambiental inmediata en el proceso de extracción, explotar gas natural contribuye a aumentar el calentamiento global igual que el petróleo.
El argumento de que el gas es un combustible “más limpio” se basa en que emite menos CO2 cuando se quema, pero deja de lado que durante su extracción se fuga metano (su principal componente), recordaron. Según las Naciones Unidas en un período de 20 años, la capacidad de calentamiento del metano es 80 veces más potente que la del dióxido de carbono.
Iniciar exploración y producir gas a estas alturas, sabiendo el grave daño que los combustibles fósiles le causan al planeta, sería no sólo inmoral sino que también estaríamos aumentando nosotros mismos los efectos que ya estamos sufriendo con las sequías e inundaciones. La única verdadera solución es la descarbonización".
Para el movimiento, Costa Rica es un mercado muy pequeño, y para sacarle réditos a la explotación de gas natural habría que competir en el mercado internacional.
Detallaron en que el país entraría a competir con grandes potencias en el negocio que tiene años de experiencia y cantidades de reservas de gas ya probadas, que son más de 50 veces mayores que las reservas prospectadas en el país y que "se basan además en cálculos hipotéticos cuyas fuentes no son aún de acceso público".
La Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), planteó la explotación sostenible de gas natural y petróleo en Costa Rica como parte de su propuesta energética anunciada en el pasado mes de abril.
Según Uccaep, en una investigación de 1997, se identificó en las estructuras de Moín y Rio Blanco un potencial de 3.215 millones de barriles equivalentes de gas natural y de petróleo, y estimaron una generación de al menos US251.000 millones con el precio actual del petróleo.
En el manifiesto en contra de la exploración de gas natural, agregaron que si se decidiera que sea el Estado el que lleve a cabo los trabajos, "habría que financiarlo ya sea por medio de nuevos impuestos o por medio de un préstamo".
Los bancos internacionales hoy en día no financian proyectos con fósiles por la gran cantidad de riesgos que conlleva y porque la mirada internacional está dirigida a que sus fondos financien la transición energética hacia las energías renovables".
Mientras que si se hace la explotación por medio de una concesión, apuntaron que "el país quedaría comprometido a darle ciertas condiciones y garantías mínimas a la empresa, que podrían significar poco o nulo ingreso para el país".
Ejemplificaron que en Nicaragua, en 2015 se le otorgó un contrato de exploración en el Mar Caribe a la empresa petrolera estatal de Noruega, la cual 7 años y muchos millones después decidió irse del país porque no encontró cantidades comercializables. “Es importante recordar que las reservas de Nicaragua eran tan prometedoras como las que algunos quieren hacernos creer que tenemos en Costa Rica”.
El documento también cuenta con la firma de los ex jerarcas de Ambiente y Energía (Minae), Carlos Manuel Rodríguez, Andrea Meza y Edgar Gutiérrez. Además tiene el respaldo del diputado oficialista Manuel Morales Díaz, y las congresistas Kattia Cambronero Aguiluz (PLP) y Rosaura Méndez Gamboa (PLN). El documento concluye:
Queremos seguir siendo una Costa Rica líder. La marca sostenible que hemos construido le trae ganancias al país. Queremos una Costa Rica que siga liderando a nivel mundial en temas de energías renovables, de desarrollo sostenible, de democracia y de paz. El país tiene todo lo necesario para investigar, innovar y producir las energías y tecnologías del futuro, no hace falta volver a negocios del pasado".
La exploración y explotación de petróleo en el país se encuentra vetada hasta 2050 por medio de un decreto y de moratorias firmadas desde el 2002 por los gobiernos de Abel Pacheco de la Espriella, Laura Chinchilla Miranda, Luis Guillermo Solís Rivera y Carlos Alvarado Quesada. Sin embargo, este podría ser revocado por cualquier mandatario que lo considere oportuno.
La última prórroga fue firmada en 2019 en la administración Alvarado Quesada, y abarca tanto el territorio continental como el marítimo.