Después de ganar su segunda medalla de oro consecutiva en los Juegos Panamericanos, la vallista costarricense Andrea Vargas Mena realizó una publicación enfática, en la que pide más y mejor infraestructura deportiva en Costa Rica.
A través de sus redes sociales, la mayor de las hermanas Vargas explicó:
En Costa Rica son pocas las pistas de atletismo de tartán abiertas al público; la única accesible es la pista de Hatillo, ya bastante deteriorada. Ahí entreno yo cuando vengo al país, ahí entrenan Daniela Rojas (medallista de bronce en Juegos Panamericanos), Daniel Johanning, y atletas olímpicos como Noelia Vargas y Gerald Drummond"
Además, solicitó cambios en el Estadio Nacional de Costa Rica:
Más importante aún, ahí también entrenan a diario cientos de costarricenses de todas las edades buscando tener salud física y mental. La pista de atletismo del Estadio Nacional no ha sido renovada desde su construcción en el 2011, es decir su vida útil ya venció. Yo crecí entrenando en la acera frente al Estadio de Puriscal; luché con mi familia por mis objetivos, por representar a este país a nivel mundial y con esfuerzo y disciplina aún vivo y disfruto de este sueño despierta"
Recientemente Andrea Vargas fue invitada a Casa Presidencial para recibir un reconocimiento público por su medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. En dicha actividad también tomó el micrófono y asumió una posición de liderazgo:
Soy sincera, quiero que las nuevas generaciones puedan tener una mejor infraestructura para desarrollarse como atleta, estudiantes y personas sanas de bien. Ojalá que nuestro legado no sean solo medallas sino la chispa para encender definitivamente infraestructura deportiva a lo largo y ancho del país. Costa Rica tiene muchas campeones/as démosles las herramientas para que trasciendan en lo deportivo e intrínsecamente en lo académico y laboral"
En sus redes sociales, Vargas expuso claramente que el mesaje iba dirigido a alcaldes, diputados, ministros, empresa privada y al señor presidente de la República, don Rodrigo Chaves.