Ñáñaras al por mayor: el crudo perfil del BCIE revelado por la OCCRP

— Chaves explicó que Mossi se equivocó y que publicaría un tuit rectificando. En efecto, el hombre subió un mensaje a Twitter, diciendo:

Agradezco hoy, al Presidente Rodrigo Chaves, nuestra conversación relativa a una carta enviada por él a la Junta Directiva Nacional del Banco Nacional de Costa Rica y que, de manera anónima, llegó al BCIE. El asunto abordado es preocupante y de orden interno de Costa Rica. Es posible que esa carta fue filtrada dada la candidatura de su gerente a la Presidencia Ejecutiva del BCIE”.

— Eso no es ni una disculpa ni una rectificación, es, en todo caso, evidencia del nivel de charlatán que es este señor. Lo único que deja claro es que Chaves no le mandó nada, pero por lo demás no asume la absoluta irresponsabilidad de haber dado a entender eso y se pone a teorizar de por qué ese documento le llegó. Siempre me resultará impresionante que gente así de irresponsable llega a este tipo de puestos. Es que ni para enmendar una torta con el mínimo de altura sirven.

— Y bueno... en medio de semejante mondongo ayer se terminó de desbaratar Tere porque se publicó un trabajo del Organized Crime and Corruption Reporting Project y la Columbia Journalism School con el apoyo de CLIP (Centro Latinoamericano de Investigación Periodística) cuyo título no podría ser más directo: El banco de los dictadores: Cómo el principal banco de desarrollo de Centroamérica permitió la corrupción y el autoritarismo. ¡AUCH!

— En resumen, la investigación de OCCRP y sus aliados reveló que el BCIE “ha financiado proyectos que llevaron a la destrucción del medio ambiente y otros donde los préstamos han sido desviados para prácticas corruptas o usados para financiar proyectos favoritos de los dictadores”. Ahora, por favor procedan a levantar la mano todas aquellas personas que se sientan sorprendidas ante estas revelaciones. ¿Aló? ¿Nadie? Me lo temía.

— El brete es robusto, los reporteros pasaron más de un año investigando el BCIE, “combinando datos de fuentes abiertas con investigaciones oficiales, documentos filtrados y entrevistas con empleados y exempleados del banco”. Y bueno... “los resultados muestran cómo los fracasos del BCIE han permitido el desperdicio y la corrupción en una de las regiones más desiguales del planeta”.

— La investigación también revela que dinero del banco se utilizó en sobornos y “como una fuente fácil de dinero en efectivo por personas investigadas de formar parte de otro caso de corrupción en curso en Costa Rica”. De nuevo: ¡vaya sorpresa! Esto sí que nadie lo vio venir.

— Carlos Acevedo, exdirector del Banco Central de Reserva de El Salvador, que canaliza los préstamos del banco de desarrollo al país, dijo a los reporteros que el BCIE funcionaba como un “club de amigos”, en el que se priorizaba la política por encima de las inversiones sensatas. A ver a ver don Carlos, ¿En serio? ¿El BCIE un club de amigos? ¿Una entidad que prioriza puestos y desembolsos políticos por encima de una inversión seria y sensata orientada al progreso de la región? No no no no.... ¡esto sí que nadie lo vio venir! 🙄

— La investigación también deja claro que Dante Mossi no ha hecho otra cosa más que empeorar el asunto; incluso revela que a finales de 2021, nueve directores escribieron a la Junta de Gobierno del BCIE “destacando el deterioro de sus resultados financieros y acusando a la administración del banco de ocultarles información”. En otras palabras, que recientemente el desorden se ha salido de control. Como quien dice: sea quien sea que asuma la presidencia, recibirá un reto de proporciones mayores desde el primer día de trabajo. Nada de puestazo delicioso para figurar, el reto reputacional y financiero es significativo. 

— ¿Saben qué me parece simpático? Que la investigación trató de hablar con el propio BCIE para confrontarlos y el banco los dejó en visto tanto tiempo como pudo para finalmente decirles que: “según sus normas sobre libertad de información, sólo estaban obligados a dar respuestas en el plazo de dos meses desde que las recibían”. JAJAJAJA. ¡Normas sobre la libertad de información! ¡Dos meses! La misma payasada que le dijeron a La Nación cuando llegó a preguntarles por la “licitación” que hizo el BCIE para asignarle $300.000 a la agencia del consultor del presidente Chaves, Christian Bulgarelli Rojas, quien luego aceptó que él mismo diseñó los requisitos del concurso.

— Por cierto ya han pasado más de dos meses... me pregunto si ya le contestaron a La Nación... algo me dice que no, porque desde el 24 de agosto indicaron que disponían de sus dos meses reglamentarios para responder  “aunque ese plazo podría mayor si la entidad considera que no es suficiente”. ¿Me explico el nivel de cinismo? Se ponen ellos mismos su propio plazo, que es absolutamente arbitrario irrisorio e irracional y de todos modos dejan claro que si consideran que necesitan más, pueden durar más. Para contestar algo que debería tomar menos de 30 minutos. ¡¡¡Que siga la cumbia!!!

— En fin, la investigación en torno a la piñata, eh digo, el banco, es EXTENSA. Yo les estoy compartiendo lo mínimo, instándoles por supuesto a leerla completa. Ahí se van a topar con el famoso Caso Cochinilla y por supuesto las escuchas telefónicas que dan cuenta de la gente de H. Solís y funcionarios de CONAVI discutiendo cómo podrían obtener más dinero del BCIE, “al que veían como una fuente fácil de efectivo”. ¡Saboooorrrrr! Mientras tanto, usted siga manejando tranquilo mientras se le escapa la vida entre las presas ¿me oyó? ¡Suerte con eso!

— Vean, esta investigación es un trabajo serio de valor incuestionable. Lo que no podemos hacer es pretender que todo esto es una revelación sorprendente porque pendejos, no somos. O al menos eso me gustaría creer. Digo, ¿nadie recuerda todo lo que le dijo Ottón Solís a El País de España cuando salió del BCIE? La propia investigación cita sus históricas declaraciones.

— El hombre contó que los directores cobraban 20.000 dólares al mes libres de impuestos, recibían regalos de lujo, tenían uso discrecional de vehículos y vuelos ilimitados en primera clase en la región, además, recibían bonos de vacaciones. Según sus cálculos, el gasto del BCIE en relación con sus activos triplicaba el del Banco Mundial y el BID. ¡Bonita cosa! “Parece el banco de una economía petrolera del Golfo Pérsico” dijo Ottón al diario español.

— También contó que intentó persuadir a sus pares de rebajar el salario y recortar los privilegios pero rápidamente se reunieron a sus espaldas y armaron una estrategia para anular todas sus pretensiones. En aquel entonces dijo a El País que a pesar de los acuerdos de confidencialidad que le limitaban estaba comprometido con ventilar toda la hediondez que se encontró. Ottón: ahora es cuándo, no abandone esa batalla o vamos a sospechar que ya le mandaron una canasta de turrones, un buqué de flores muertas y un estate-quieto. 

— Dijo Ottón en 2021:

Siempre quise hacerlo público, porque si eso hicieran los gobiernos la población lo castigaría, pero ahí se defiende a ultranza el marco de confidencialidad. Por eso estoy hablándolo ahora. Se supone que por ocho años tengo que quedarme callado, pero me arriesgo para que tenga valor haber ejercido ese cargo. No se puede botar plata que pertenece a gente pobre. No se puede aceptar tres incrementos salariales en tiempos de pandemia para personal que gana bien, uno de ellos del 10%”.

— ¿Será que tendremos que esperar hasta el 2029 para que Ottón termine de despelucar ese espantapájaros? Mientras tanto quién sabe cuántos diputados van a seguir negociando acuerdos debajo de la mesa para buscar un puestico VIP con pin de oro de 14 kilates y vuelos en primera clase. ¡Ñáñaras es lo que da Centroamérica! ¡Ñáñaras!

— Por cierto, el Mossi este, que va de salida, como presidente ejecutivo, ostenta un salario todavía superior al de los directores (el de 20 rojos). A pesar de eso, utilizando al BCIE como su caja chica, en 2020 consiguió que el Directorio aprobara un presupuesto extraordinario de $140.000 para que lo sacaran a él y a su familia de emergencia de República Dominicana porque le dio Covid. ¡Cosito! Eso sí, se portó bien, al final solo gastó 30 rojos, total, ¿de qué le habrían servido a Centroamérica en media pandemia? ¡Un menudillo!

— Como ven, el perfil del BCIE cuando se le saca la Polaroid de rayos X es, más que frustrante, indigno. Lo que genera es náuseas y al por mayor porque es la misma historia de siempre: engaño, trama, descaro, oportunismo, clientelismo, tráfico de influencias, llamaditas, puestitos, arreglitos. Todo eso que siempre nos prometen que ahora sí, va a cambiar y que por supuesto, nunca cambia. “Es cultural”, dicen los que quieren ver a esta región del mundo eternamente condenada a sabotearse a sí misma. No, no lo es. Los peores de nosotros no nos representan. Somos mucho mejores que esto. Ojalá sea quien sea que quede en la presidencia del BCIE en un par de semanas nos ayude a recordarlo. Ojalá.

— Y todo este escándalo se da justo cuando nuestro actual Ejecutivo insiste en que le aprueben lo antes posible un crédito de 700 millones con el BCIE para atender obras urgentes (ojo ahí, que hay obras incluidas en decretos de declaratoria de emergencia pasadas, por lo que los procesos de contratación tendrían menos controles) y están tan empeñados en impulsar esto que será uno de los (tan solo) nueve proyectos con los que abrirán las sesiones extraordinarias el día de mañana.

Bonus track: Sugese rechaza primas de SOA porque INS incluyó costo de marchamo digital.