Las islas de calor afectan directamente la calidad de vida, la salud pública y el confort térmico de las poblaciones.

Este 13 de febrero se presentó la Guía metodológica: estudio de islas de calor en área urbana y urbana rural en Costa Rica, 2024. Se trata de una iniciativa elaborado por el Programa para la Promoción de la Gestión y el Ordenamiento Territorial de la Escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad Nacional (ECG-UNA), liderado por el académico Omar Barrantes.

El efecto isla de calor es la diferencia de temperatura entre la ciudad y sus áreas cercanas: las urbes suelen ser más cálidas porque tienen más materiales que absorben calor y lo disipan lentamente, como el asfalto.

El documento se confeccionó en conjunto del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), la Fundación de la Universidad de Costa Rica y la Acción Proyectiva, con el apoyo de diferentes entidades públicas y organizaciones del sector privado y de la sociedad civil.

La guía ofrece un marco práctico y accesible para que autoridades locales, técnicos y planificadores territoriales puedan analizar este fenómeno que se intensifica con el crecimiento urbano. Las islas de calor representan un reto significativo en áreas urbanas y semiurbanas, ya que afectan directamente la calidad de vida, la salud pública y el confort térmico de las poblaciones.

"Es crucial que los estudios relacionados con los incrementos de la temperatura, así como las soluciones, se adapten a las condiciones locales", indicaron desde la UNA en un comunicado a la prensa.

Los involucrados esperan que su uso permitirá la planificación urbana al identificar áreas críticas afectadas por las islas, empoderar a las autoridades locales para implementar medidas de mitigación y generar datos que fundamenten políticas públicas y planes reguladores.